Mes de la Mujer: las brechas pendientes
Por Rocío Espinoza, Directora Ejecutiva Fundación MC
Llegó marzo y, una vez más, volvimos a conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Pero este marzo viene especialmente recargado con muchos cambios para el país y con un nuevo gobierno adportas de asumir grandes desafíos.
Sin embargo, profundizar y entender el valor y el rol de la mujer va mucho más allá de un sólo día. Este 8M nos invitó a reflexionar sobre las brechas aún pendientes que nos afectan a millones de valiosas y valientes mujeres. Por ejemplo, en empleo, a pesar de los esfuerzos para recuperar el mercado laboral femenino, éste sigue sin recuperar lo perdido antes de la pandemia. La crisis hizo retroceder la participación femenina en prácticamente una década y, a pesar de los esfuerzos, se mantiene la brecha frente al 2019 con aún más de 4 millones de mujeres fuera de la fuerza laboral (tasa de desempleo es de 7,7% versus 6,9% de los hombres).
Asimismo, vemos segmentos donde esta brecha tiene una amplia diferencia entre hombres y mujeres como es en las personas con discapacidad. Si miramos la segmentación de personas con discapacidad entre 18 y 64 años, se observa que la prevalencia de la discapacidad severa es mayor en mujeres que en hombres (con un 5,9% y 3,7% de acuerdo con la ENDISC 2015, enfoque CIF).
Estas cifras nos llaman a trabajar fuerte en igualar las oportunidades, en entregar herramientas concretas para poder reducir estas brechas y en transformar positivamente la vida de tantas mujeres.
El rol de la filantropía es un factor clave en la generación de políticas públicas, solucionando problemas que son una realidad para las familias chilenas, con programas innovadores, flexibles, adaptados y con la capacidad de generar y medir impacto en el corto plazo. Es importante convocar a todos y unir fuerzas para construir mejores políticas públicas y, en definitiva, un mejor país. El llamado a generar impacto social para disminuir brechas no es sólo para un sector o un género en particular, sino para todos y todas. Este es un momento de unión, de no discriminación, de convocar capacidades y atraer a los mejores.
La filantropía tiene mucho que aportar y, la nueva forma de hacerlo es justamente atrayendo el mejor talento para pensar fuera de la caja, para traer a Chile las mejores prácticas de otros países, para trabajar desde la articulación de distintas fuerzas, para dejar de hacer más de lo mismo. Es momento de cambios y, quienes trabajamos desde el mundo de la filantropía, debemos estar a la altura de estos enormes desafíos.