Participación laboral de la mujer en crisis
Columna de opinión de Sabrina Ferrari, estudiante de ingeniería comercial en la Universidad Gabriela Mistral.
Después del estallido social ocurrido el pasado 18 de octubre el mercado laboral se había visto disminuido parcialmente. Sin embargo, solo fue el comienzo, tuvimos que enfrentar un segundo golpe que perjudicó a todos los sectores, la pandemia del covid 19 fue un enemigo diminuto que traía consecuencias gigantescas así fue como vimos que la tasa de desempleo empezó a aumentar a medida que más tardaba la solución definitiva. En el trimestre junio- agosto alcanzó un 12.9%. Según sexo, la tasa de desocupación de hombres fue de 13.5% mayor que de las mujeres, que mostró un 12.1%. No obstante, esta cifra no pudo ocultar las reales dificultades que las mujeres arrastran en el mercado laboral de esta nueva realidad, el cierre de colegios, párvulos y salas cunas fueron una de las tantas presiones que significó el aumento de horas de trabajo en el hogar, perjudicando la atención y tiempo disponible para el trabajo laboral. Nos enfrentamos ante una considerable retirada de participación femenina en el último año, del millón 837 mil personas que han perdido su trabajo, 899 mil son mujeres, representando un 48,9%.
El problema es que se está optando por no reincorporarse a la fuerza laboral renunciando a un aspecto fundamental que es la independencia económica que nos ayuda a perseguir nuestros proyectos de vida, las mujeres no son las únicas que están perdiendo, el sector privado pierde la experiencia y habilidad de sus recursos humanos. Ya existen actualmente numerosos estudios con respecto a esto, como lo es el del Centro de Trabajo y Familia de la business schoolde la Universidad de los Andes – por nombrar uno de ellos – de los cuales nos hablan de diversos temas que afectan a las empresas y su relación con las mujeres y su familia. Es esencial que las empresas no esperen a que se hagan políticas públicas para comenzar a dar sus aportes hacia un cambio sociocultural en donde la corresponsabilidad laboral sea un enfoque importante dentro de la empresa. En nuestro país las responsabilidades familiares siguen siendo asumidas mayoritariamente por las mujeres, independientemente de si están o no con su conviviente mejorando la conciliación de tiempo, familia y trabajo.
Las empresas deben promover la corresponsabilidad incorporando dicho principio como parte de sus valores organizacionales de la empresa y mediante liderazgos de responsabilidad familiar corporativa. Si bien las empresas no deben esperar para realizar cambios y mejorar las relaciones con sus trabajadoras, es evidente que no todos querrán emprender este camino. Hemos visto que las políticas públicas con enfoque en equidad de género en ambiente laboral han sido de gran significancia y es justamente en estas circunstancias en la que enfrentamos una nueva amenaza de estancamiento.
La decisión del instituto nacional de estadística de no realizar la encuesta de uso de tiempo este año y el próximo, nos dejará con una falta de información para promover políticas públicas. Es por esto que hago un llamado a las autoridades para reconsiderar dicha decisión. No podemos dejar de avanzar.